La Buena Semilla: Sábado 16 Mayo
Sábado
16
Mayo
A unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas… maestros… los que hacen milagros… los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
1 Corintios 12:28
Los creyentes somos miembros del Cuerpo de Cristo (4)
Cada uno tiene un trabajo que hacer, por el bien del conjunto

“Que los miembros todos se preocupen los unos por los otros” (1 Corintios 12:25). Cada hijo de Dios tiene la responsabilidad de utilizar el don (o habilidad espiritual) que ha recibido del Señor. Se asegura de no ser un estorbo, sino una ayuda. Está dispuesto a satisfacer las necesidades espirituales y a veces físicas y materiales de los creyentes, y a cuidar de ellos.

Esta estrecha relación es un deseo de Dios y debe vivirse en su honor: “somos hechura suya” (Efesios 2:10). Él nos hizo, individual o colectivamente (Efesios 2:10). ¡No somos independientes y no podemos permanecer aislados! Si pensamos que no necesitamos a nadie más, ¿entonces por qué Dios creó a los demás miembros del Cuerpo?

Al presentar el funcionamiento normal del Cuerpo de Cristo, el Espíritu Santo muestra la íntima unión de sus miembros. Se necesitan unos a otros, su utilidad está ligada a su diversidad, y esta diversidad muestra cómo Jesucristo puede utilizar a cada uno de ellos para el bien del conjunto.

¡Todos los miembros son indispensables! A los ojos de los hombres, los diferentes servicios están jerarquizados, más o menos abiertamente, pero lo único que le importa a Dios es con qué fidelidad procuramos cumplir la tarea que nos ha encomendado. A cada uno de nosotros nos dice personalmente: “Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor” (Colosenses 4:17).

(continuará el próximo sábado)