La Buena Semilla: Domingo 3 Mayo
Domingo
3
Mayo
Quisiéramos ver a Jesús.
Juan 12:21
Los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
Juan 20:20
Predicar a Cristo

Al principio de mi ministerio, decidí que mis predicaciones estarían llenas de profunda reflexión. Para ello estudiaba comentarios bíblicos día y noche. Pero la asistencia disminuía. Así que puse más empeño en mis investigaciones, pero no hubo mejora. Y los que venían seguían siendo fríos y formalistas. Un domingo, cuando abrí la Biblia que estaba sobre el escritorio de la sala de reuniones, encontré un trozo de papel con estas palabras: «Queremos ver a Jesús».

De vuelta a casa, perplejo y preocupado, pensé en el significado de este mensaje. Releí el texto que había preparado para mi predicación: sí, era una lista de bellos pensamientos, pero Cristo mismo y su obra para salvarnos estaban en un segundo plano. Entristecido, confesé mi error, admitiendo que había querido servir a mi Señor según mis propios pensamientos. Entonces me vino a la mente la actitud del apóstol Pablo: “Cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado” (1 Corintios 2:1-2).

Con la ayuda de Dios, me dispuse a predicar a Cristo. A partir de entonces, la vida espiritual volvió a despertar y los creyentes encontraron alegría y aliento en la Palabra de Dios. Durante este periodo, un día encontré otro papel encima de la Biblia sobre el escritorio, con la misma letra: «Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor».

(basado en una historia del siglo 19)
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios” (1 Pedro 2:9).