La Buena Semilla: Domingo 12 Abril
Domingo
12
Abril
El siguiente día, grandes multitudes que habían venido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, tomaron ramas de palmera y salieron a recibirle, y clamaban: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
Juan 12:12-13
La entrada del Rey en Jerusalén

En la Antigüedad, cuando un rey victorioso regresaba a su capital, entraba montado en un caballo de guerra y vestido con una armadura. En cambio, Jesús, el Rey divino, llegó a Jerusalén, sentado en un pollino que era prestado.

Para dirigirse a una multitud desde la orilla de un lago, Jesús tomó prestada una barca (Lucas 5:1-3). Más tarde, alimentó milagrosamente a la multitud con los alimentos que le proporcionó un niño (Juan 6:9-11). Sin poseer nada en la tierra, el Creador de todas las cosas siguió su camino, lleno de compasión por todos. Visitó pueblos y aldeas, enseñó e hizo el bien en todas partes.

Su reputación iba en aumento. Cuando llegó la noticia de que iba a entrar en Jerusalén, la euforia fue extrema. Habían venido multitudes de todas partes para la fiesta de la Pascua y Jesús se vio rodeado de peregrinos. Algunos extendían sus ropas en el camino, otros colocaban ramas en la calzada. Al paso de Jesús, la multitud gritaba «Hosanna», que significa «salva ahora».

Hasta entonces, Jesús había rechazado cualquier intento de ser nombrado rey, pero en aquella ocasión pidió prestado un pollino para entrar en la ciudad: demostró que era realmente el Rey anunciado (Zacarías 9:9).

Pero las alabanzas pronto se convirtieron en hostilidad. Pocos días después, Jesús fue rechazado y crucificado. ¡Pero resucitó y ascendió al cielo! Siguiendo su camino de humildad, se rebajó hasta morir en una cruz para ser el Salvador del mundo, el Salvador de todos los que ponen su confianza en él.