La Buena Semilla: Domingo 5 Abril
Domingo
5
Abril
(Jesús dijo:) Yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Juan 10:17-18
¿Para quién sobre todo?

En el estudio bíblico de los niños, Marcos, el monitor, leyó la historia de la crucifixión de Jesús. Luego preguntó:

–¿Para quién, sobre todo, se dejó Jesús clavar en la cruz?

–Para todos aquellos que creen en él, respondió Teo.

–Es cierto, dijo Marcos, murió por todos los que creen, pero ¿qué más? Flora dijo:

–Ya sé, para su Iglesia; para reunir a todos los cristianos.

–Eso también es correcto, ¡pero hay alguien mucho más importante!

Los niños se miraron, desconcertados. Marcos les explicó:

–Jesús vino ante todo por su Padre.

Adán y Eva escucharon a Satanás y le creyeron perdiendo la confianza en Dios desobedeciéndole. Esto fue un grave insulto a Dios.

Jesús amaba a Dios, su Padre. Por eso vino sobre todo por él. Como hombre, se encomendó a Dios y le obedeció, devolviéndole así el honor que el hombre le había robado.

Jesús también sabía que Dios quería salvarnos. Por eso obedeció el mandato del Padre hasta la muerte en la cruz, para que todos supieran que amaba a su Padre (Filipenses 2:8; Juan 14:31). Allí, Dios tuvo que castigar a su Hijo único por nuestros pecados, salvarnos a cada uno de nosotros y dar a su Hijo una Esposa, la Iglesia, formada por todos los creyentes. El amor de Jesús por los suyos estaba, pues, ligado a su amor por su Padre. ¡Su sacrificio es también por mí… y por ti!