La Buena Semilla: Martes 28 Enero
Martes
28
Enero
Encomienda al Señor tu camino, y confía en él; y él hará… Guarda silencio ante el Señor, y espera en él.
Salmo 37:5-7
No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isaías 41:10
Nuestras preocupaciones

Los acontecimientos externos, la incertidumbre por el mañana, suelen producir en nosotros preocupaciones, ansiedad, miedo, pesimismo. Para nosotros, cristianos, ¿no es una falta de confianza en Dios? En la parábola del sembrador Jesús nos dice: “Los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Marcos 4:19).

El Señor anima a sus discípulos: “No os afanéis por vuestra vida” (Mateo 6:25). El apóstol Pablo también dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios…” (Filipenses 4:6). Nunca olvidemos que nuestro Padre celestial, el Dios Todopoderoso, vela por nosotros. Recordemos una y otra vez las promesas de su Palabra, grabémoslas en nuestra memoria para que estén presentes cuando surja el miedo o la ansiedad. Aprendamos a descargar todas nuestras preocupaciones en él, porque él cuida de nosotros (1 Pedro 5:7). A menudo las preocupaciones se mezclan con nuestros deseos mundanos, que también tienen el efecto de ahogar la Palabra e impedir que produzca «fruto», es decir, resultados para Dios. Si estamos preocupados por el futuro, por todo tipo de dificultades, no podemos experimentar la paz de Dios.

Muchos creyentes han experimentado: “En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma” (Salmo 94:19).

1 Samuel 22 – Mateo 18:1-14 – Salmo 18:1-6 – Proverbios 5:21-23