El Señor está cerca: Miércoles 8 Julio
Miércoles
8
Julio
Entonces tus oídos oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda.
Isaías 30:21
El camino correcto (13)
Ni a la derecha ni a la izquierda

Isaías pertenecía a la familia real de su época. Lamentablemente, el rey de Israel había dado la espalda a Dios, arrastrando al pueblo a vivir en rebeldía. Bajo la amenaza del rey del norte, Asiria, Israel decidió buscar ayuda en Egipto. Sin embargo, tanto el rey como el pueblo estaban siendo engañados por falsos profetas, quienes afirmaban hablar de parte de Dios, pero en realidad no le tenían ningún respeto al Dios verdadero. Estos profetas hablaban cosas agradables al oído –cosas halagüeñas, que el pueblo deseaba escuchar–, pero que eran engañosas y los apartaban del Señor (véase Is. 30:10-11). Solo quienes confían en el Señor son verdaderamente bienaventurados (v. 18).

Dios enviaría su castigo. No obstante, en medio de la aflicción y la opresión, él proveería verdaderos maestros (v. 20), quienes ayudarían a los que fueran ejercitados por la disciplina a escuchar una palabra clara que indicara el camino correcto: “Este es el camino, andad por él” (v. 21). Siempre existen dos peligros opuestos, y es significativo que se mencione primero el desvío a la derecha antes que el de la izquierda. Esto nos recuerda que debemos evitar tanto el legalismo y el celo religioso, como la idolatría y la inmoralidad. El único camino seguro es confiar en el Señor, “el Fuerte de Israel” (v. 29).

En los días del rey Ezequías, la voz del Señor quebrantó al asirio (v. 31), cuando 185. 000 soldados perecieron en una sola noche (véase Is. 37:36). Este evento está registrado dos veces más en las Escrituras (véase 2 R. 19:35; 2 Cr. 32:21). Sin embargo, el cumplimiento final de esta profecía (véase Is. 30:31) aún es futuro (véase Dn. 9:27; 11:45). “El rey”, es decir, el líder apóstata de Israel –el anticristo–, enfrentará el juicio definitivo de Dios (véase Is. 30:33; Dan. 11:36; Ap. 19:20).

Alfred E. Bouter