El Señor está cerca: Domingo 23 Agosto
Domingo
23
Agosto
Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo… creador de los cielos y de la tierra.
Génesis 14:18-19
Melquisedec (7)
Creador del cielo y de la tierra

Hemos visto que, en muchos aspectos, Melquisedec es una figura anticipada del Señor Jesucristo, una brillante sombra que apunta a su gloria futura. El sacerdocio de Cristo es según el orden de Melquisedec pero, al mismo tiempo, su ministerio actual refleja también el modelo de Aarón.

La Epístola a los Hebreos también señala que el ministerio de Aarón era una figura del servicio sacerdotal de Cristo en muchos aspectos. Al igual que Aarón, quien entraba detrás del velo durante el gran día de la expiación, Cristo ha entrado en los cielos por nosotros. En el día de su gloria, él saldrá del cielo como Melquisedec, Sacerdote (y Rey) del Dios Altísimo, “creador del cielo y de la tierra”.

El nombre Dios Altísimo (El Elyon) es el nombre de Dios en su aspecto milenial, como soberano de las naciones. El Salmo 83 ilustra esto claramente: los enemigos de Israel tramarán borrar a Israel del mapa. Pero Dios intervendrá con juicio, y al final todos reconocerán que solo él es “Altísimo sobre toda la tierra” (Sal. 83:18). En ese día, Cristo ejecutará este gobierno, pues el Altísimo reunirá “todas las cosas en Cristo… así las que están en los cielos, como las que están en la tierra” (Ef. 1:10).

Podemos resumir el sacerdocio de Cristo según Melquisedec de esta manera: su orden es eterno, pero su función se desplegará plenamente en el reino milenial. Esta verdad se anticipa en Génesis 14, donde Melquisedec aparece después de una gran batalla entre reyes aliados. Es una figura de la venida del Señor Jesús tras la batalla de Armagedón. Como entonces Melquisedec ofreció pan y vino, símbolo de bendición y comunión, así también Cristo traerá refrigerio y bendición a su pueblo, representado por Abraham. Mientras aguardamos ese glorioso día, nuestro privilegio como santos de Dios es conocer esa bendición y privilegio, participando del pan y el vino hasta que él venga.

Brian Reynolds