El Señor está cerca: Jueves 6 Agosto
Jueves
6
Agosto
He aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio… Así hablarás a los levitas… Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos… y daréis de ellos la ofrenda de Jehová al sacerdote Aarón.
Números 18:21, 26, 28
Los diezmos y los levitas

Al examinar estos versículos, debemos tener presente que los cristianos no estamos bajo la Ley que Dios dio a su pueblo terrenal, Israel. Sin embargo, al meditar en las instrucciones dadas durante su peregrinación hacia la tierra prometida, encontramos principios espirituales valiosos para nuestro propio andar. Nosotros también estamos de paso por este mundo, en dirección a nuestro hogar celestial.

Dios proveía generosamente para las necesidades materiales de aquellos que le servían. Dios había ordenado a las doce tribus que apartaran una décima parte de todo aquello con que él los bendecía para dárselo a la tribu de Leví. Así, mediante la obediencia del pueblo, los levitas –quienes se ocupaban del servicio del tabernáculo– tendrían sus necesidades cubiertas. El Señor expresó que les daba el diezmo como remuneración por el trabajo que desempeñaban en el tabernáculo (véase v. 31).

Pero los levitas no quedaban exentos de dar. También ellos debían apartar el diezmo de lo que recibían y entregarlo a Aarón. Es hermoso ver cómo, de aquello que el Señor les había provisto como recompensa por su servicio, podían responderle en la misma medida que sus hermanos. Además, los sacerdotes –descendientes de Aarón– recibían una porción de muchos de los sacrificios que el pueblo ofrecía a Dios.

En un sentido espiritual, dar a Aarón representa la acción de dar al Señor. Debemos dar en proporción a cómo hemos sido prosperados, cómo él nos ha bendecido. Por un lado, recibimos de él; por otro, le devolvemos a través de la iglesia o personalmente.

Eugene P. Vedder, Jr.