El Evangelio es para todos los hombres, sin distinción. Es para “todo aquel que… cree” (Juan 3 : 16). Jesús dijo : “Venid a mí todos los que estáis trabajados” (Mateo 11 : 28). En un lenguaje metafórico, Dios nos invita : “El que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22 : 17).
Así todos los hombres son
Cuando vamos a Jesús comprendemos plenamente que Dios nos llamó. Por esto los primeros cristianos eran designados con la palabra “llamados”. En el Nuevo Testamento, a menudo este término está relacionado con una misión confiada por Aquel que llama, es decir, Dios mismo (Hechos 13 : 2).
Entonces, creer es recibir el mensaje de la Biblia y escuchar de manera consciente y personal el llamado de Dios. Dios habló, yo le creo, y él me da una esperanza y una vida nuevas.
El Señor Jesús, el Buen Pastor, “a sus ovejas llama por nombre” (Juan 10 : 3). Qué gozo si hemos respondido : ¡Sí, Señor Jesús, entra en mi vida !
Éxodo 16 - Hechos 12 - Salmo 29 : 7-11 - Proverbios 10 : 29-30