El Señor está cerca: Jueves 17 Diciembre
Jueves
17
Diciembre
Para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
1 Juan 2:17
Discernir la voluntad de Dios

Los cristianos tienen la evidente necesidad de conocer y comprender la voluntad de Dios. En este aspecto, la breve pero rica exposición de George Müller titulada «Cómo conocer la voluntad de Dios» puede ayudarnos:

1. Renuncie a su propia voluntad. Procuro, desde el principio, que mi corazón llegue a tal estado que no tenga voluntad propia respecto a un asunto determinado. El noventa por ciento de las dificultades se superan cuando nuestro corazón está dispuesto a hacer la voluntad del Señor, cualquiera que esta sea.

2. No dependa de los sentimientos. Una vez logrado esto, no dejo el resultado al sentimiento o a una simple impresión. Si lo hiciera, me expondría a grandes engaños.

3. Busque la voluntad del Espíritu Santo a través de la Palabra de Dios. Busco la voluntad del Espíritu de Dios por medio de, o en conexión con, la Palabra de Dios. El Espíritu y la Palabra deben actuar conjuntamente. Si el Espíritu Santo realmente nos guía, lo hará conforme a las Escrituras y nunca en contra de ellas.

4. Considere las circunstancias providenciales. Luego, tomo en cuenta las circunstancias providenciales. Con frecuencia, estas indican claramente la voluntad de Dios cuando están en armonía con su Palabra y con su Espíritu.

5. Ore. Pido a Dios en oración que me revele su voluntad.

6. Espere. Así, mediante la oración a Dios, el estudio de la Palabra y la meditación, llego a un juicio deliberado según lo mejor de mi capacidad y conocimiento. Y si mi mente permanece en paz –y continúa así después de dos o tres oraciones más–, procedo en consecuencia.

He comprobado que este método es siempre eficaz, tanto en asuntos triviales como en decisiones de gran importancia.

William S. Ibrahim