El Señor está cerca: Sábado 5 Diciembre
Sábado
5
Diciembre
Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón… y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos.
Salmo 119:32, 45
Meditaciones sobre el Salmo 119 (8)

Ensanchar el corazón es una expresión poética que habla de libertad. A lo largo de la historia, los hombres han buscado libertad, y el salmista nos presenta dos principios con respecto a esto.

Primero, en el versículo 32, dice: “Por el camino de tus mandamientos correré, cuando ensanches mi corazón”. Es decir, la libertad conduce a la obediencia. El razonamiento es sencillo: Dios me ha dado libertad, por lo tanto, correré en obediencia. La verdadera libertad conduce a la obediencia a la Palabra de Dios.

En el versículo 45 leemos el mismo principio, pero en sentido inverso: “Andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos”. La obediencia conduce a la libertad. Porque el salmista ha buscado y seguido la Palabra de Dios, puede andar en verdadera libertad.

Para el mundo, esto suena contradictorio. ¿Qué tiene que ver la obediencia con la libertad? Según su pensamiento, libertad es hacer lo que uno quiera, sin obedecer a nadie. Pero eso no es lo que enseña la Biblia. En la Palabra de Dios, libertad y obediencia no se oponen, sino que van de la mano. El que obedece a Dios camina en libertad, y el que es verdaderamente libre se complace en obedecer.

“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud… Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros” (Gá 5:1, 13).

Michael Vogelsang
Toma nuestros corazones, llénalos de tu verdad,
De tu Espíritu los dones y de toda santidad;
Guíanos en obediencia, humildad, amor y fe;
Nos ampare tu clemencia, ¡oh Señor!, propicio sé.

R. Robinson