El Señor está cerca: Jueves 3 Diciembre
Jueves
3
Diciembre
Mas os digo, amigos míos: No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer… No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos… No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.
Lucas 12:4, 7, 32
La expresión “No temáis” en el Evangelio según Lucas (6)

Como el único Hombre verdaderamente dependiente de Dios, el Señor Jesús hizo todo en el poder del Espíritu Santo, quien había descendido sobre él de forma tan maravillosa (véase Lc. 3:22). Sin embargo, en el capítulo 11, los líderes de la nación atribuyeron Sus obras a Beelzebú, y al hacerlo, se condenaron a sí mismos (v. 15). Ese fue un momento decisivo: el pueblo terrenal de Dios se volvió contra la manifestación perfecta de Su gracia en la persona de Jesús. También se volvieron contra quienes sí lo habían recibido. A pesar del dolor de su rechazo, el Señor pensaba en sus discípulos. Les dice que no teman a sus enemigos, porque estos solo pueden tocarlos en esta vida, no en la venidera.

No minimiza su sufrimiento, pero les asegura el cuidado constante de Dios en medio de él. Si el Padre no se olvida de un solo pajarillo que cae al suelo, o de cinco que se venden por dos moneditas –un valor insignificante–, ¡cuánto más se preocupa por cada detalle de los suyos! Incluso ha contado cada cabello de sus cabezas.

Por encima de todo, debían consolarse con el hecho de que eran su pequeña manada. Esto recuerda la promesa de nuestro Señor: que nadie arrebatará a sus ovejas de su mano, ni de la mano de su Padre (véase Jn. 10:28-29). Él es el Buen Pastor (véase Jn. 10:11), y a su Padre le ha placido darles el reino.

En los últimos años, muchas personas en nuestros países han tomado una postura deliberadamente contraria a la Palabra de Dios. La vida será cada vez más difícil para los fieles, pero no debemos temer. El Padre “nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo” (Col. 1:13).

Simon Attwood
No te dé temor vivir por Cristo; esta vida que él te da;
si tan solo a él confiesas siempre, él con bien te saciará.

Fanny J. Crosby