La Buena Semilla: Domingo 22 Noviembre
Domingo
22
Noviembre
Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús.
Hebreos 12:1-2
Sobrellevad los unos las cargas de los otros… Cada uno llevará su propia carga.
Gálatas 6:2, 5
Las cargas

Una carga es algo pesado que llevar, algo duro de soportar. Los versículos citados evocan tres clases de cargas:

 – Las que invaden nuestra vida.

 – Las dificultades que Dios permite cada día.

 – La carga de un servicio para el Señor.

1. Se trata de cargas que perjudican nuestra vida cristiana y obstaculizan su desarrollo. Puede ser una simple costumbre de la vida cotidiana, pero que obstaculiza nuestro desarrollo espiritual. El contacto permanente con un mundo sin Dios, donde el pecado nos rodea sin que nos demos cuenta, también puede ser un freno a la vida espiritual. Es necesario reconocer esas trabas, juzgarlas tal como son ante Dios, y pedirle que nos ayude a liberarnos de ellas y a rechazarlas.

2. No sucede lo mismo con las debilidades, las dificultades y las tristezas que el Señor permite. No podemos liberarnos de ellas, pues son necesarias para aumentar nuestra fe, pero podemos compartirlas con otros creyentes y ayudarnos a llevarlas mutuamente.

3. Cada uno de nosotros recibió de parte del Señor una obra y tiene la responsabilidad de no descuidarla. Nuestro gozo es trabajar con amor y consagración.

Con la ayuda del Señor podremos enfrentar esas cargas cotidianas. Permanezcamos serenos y escuchémosle decirnos: “Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:34).

Josué 10:22-43 – Hebreos 11:1-22 – Salmo 131 – Proverbios 28:9-10