La Buena Semilla: Domingo 1 Noviembre
Domingo
1
Noviembre
Fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo.
Romanos 5:10
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mateo 11:28
Más allá de la tumba

En algunos países, el 1 de noviembre es un día festivo, y numerosas personas acostumbran ir al cementerio para visitar la tumba de sus parientes o amigos. Muchos recuerdos dolorosos acompañan ese día. Pero, ¿con quién puede usted compartir el secreto de su pena? Probado y desanimado quizá, usted ya no busca un consuelo humano. Las palabras ya no lo reconfortan.

Jesús, ante la tumba de Lázaro, se conmovió al ver el dolor de las dos hermanas del muerto (Juan 11:33-35). Lloró al ver los estragos de la muerte, consecuencia del pecado: “La paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Usted que llora ante la tumba de un ser querido, piense en la tumba de Jesús: ¡está vacía! Jesús, quien murió por nuestros pecados, resucitó y vive para siempre. Como lo hizo cuando estuvo en la tierra, aún hoy quiere compartir su dolor y secar sus lágrimas.

Todos conocemos lo inestable que es la felicidad en esta tierra, donde todo pasa… Para cada uno de nosotros, la vida puede acabar de un momento a otro. Pero para el que cree en el Señor Jesús, quien murió y resucitó, la muerte es la puerta del cielo.

¡Ahora Dios ofrece gratuitamente la vida eterna a todo el que cree en el Hijo de Dios! ¡Vaya a él! Desde hace más de dos mil años invita a ir a él a todos los que están cargados y sin esperanza. Jesús dijo al ladrón arrepentido que estaba en una cruz a su lado: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23:43).

Deuteronomio 26 – Juan 16 – Salmo 119:97-104 – Proverbios 26:19-20