La Buena Semilla: Domingo 31 Marzo
Domingo
31
Marzo
Es la Pascua del Señor… Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para el Señor durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis.
Éxodo 12:11-14
Todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga.
1 Corintios 11:26
Un anuncio, un recuerdo

¿Qué tienen en común los dos versículos arriba citados?

– El primero se refiere a la Pascua, una de las fiestas judías más importantes. Recordemos los hechos. El Faraón no quería liberar al pueblo de Israel, por lo cual Dios le envió un terrible juicio. Un ángel pasó por Egipto y mató al hijo mayor de cada familia egipcia. En cuanto a las familias israelitas, Dios les dio el medio para escapar de este juicio: sacrificar un cordero sin defecto y rociar su sangre en el marco de la puerta. El ángel perdonó al primogénito de la casa donde vio la sangre, porque esta sangre anunciaba, de antemano, la sangre de Jesús derramada en la cruz para salvar a los pecadores. Entonces el Faraón se rindió y dejó ir al pueblo. ¡Dios ordenó al pueblo de Israel celebrar esta liberación cada año!

– El segundo versículo habla de la Cena, esa comida que Jesús compartió con los suyos poco antes de su muerte. Unas horas después sería crucificado y daría su vida para liberar de sus pecados y de la esclavitud del diablo a todos los que creerían en él. Durante la comida expresó a sus discípulos el deseo de que lo recordasen y perpetuasen el recuerdo de su muerte, compartiendo entre ellos el pan y la copa.

Así la Pascua y la Cena tienen una base común. Una anuncia la muerte de Jesús, y la otra la recuerda. Ellas nos muestran hasta qué punto el sacrificio de Jesús es el centro de la historia humana.

Isaías 3-4 – Gálatas 1 – Salmo 37:35-40 – Proverbios 12:19-20