–No soy un hombre religioso.

Eso es lo que dijo mi vecino cuando le sugerí el calendario que está leyendo.

–Pues es ideal, porque justamente este calendario no trata de ninguna religión.

Las religiones son sistemas humanos. Algunas incluso pretenden monopolizar la verdad. Pero, ¿quién se atrevería a pensar que Dios puede estar encerrado en una religión? La verdad no es una ideología religiosa, pues la Biblia nos dice que es una persona: Jesús. Él mismo declaró: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (Juan 14:6).

Sí, Jesús es el tema central del Evangelio. ¡Él es el mayor regalo que el amor de Dios ha hecho a la humanidad! Rechazar este don es un insulto al que lo dio, que es nuestro Dios Creador. “Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo” (2 Corintios 5:19). ¡La Biblia no oculta que rechazar a Cristo como Salvador es un asunto muy serio y solemne! El mundo tiene la convicción del pecado por el hecho de no haber creído en Él. Jesús dijo: “Cuando él venga (el Espíritu Santo), convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí” (Juan 16:8-9).

Hoy se le ofrece de nuevo este regalo divino. Acéptelo con gratitud y descubra en Jesucristo, que murió para borrar todos sus pecados, el amor infinito de Dios que, le ofrece un Salvador. ¡Una religión no puede darle un Salvador!