Durante la terrible pandemia de Covid-19, que comenzó a finales de 2019, destacados médicos, políticos, sociólogos, economistas y muchos otros expertos buscaron el origen del virus, su cura y las mejores formas de evitar ser contaminados. Todos han expresado opiniones divergentes, pero todos han coincidido en que nada volverá a ser como antes.
Esta pandemia ha tenido un impacto en nuestra forma de vivir y de pensar, tanto a nivel personal como para la sociedad en su conjunto. Sin embargo, este acontecimiento, por muy significativo que haya sido para quienes lo vivieron, quizá acabe siendo una fecha más en los libros de historia, como el tsunami de 2004, la gripe española de 1918, las dos guerras mundiales o la peste negra de la Edad Media.
Por otro lado, sin duda conoce el acontecimiento más importante de la historia del mundo, un acontecimiento que tuvo un antes, un durante y un después, y del que se dijo con razón: Nada volverá a ser como antes. No, ¡no fue una de esas horribles catástrofes que se cobraron tantas víctimas!
Fue un acontecimiento que ha dado vida eterna y felicidad a millones de seres humanos, pero a un coste infinito para Dios. ¡Fue la muerte de Jesucristo y su gloriosa resurrección! ¡Todo cambió desde entonces! El problema del pecado quedó resuelto, la muerte fue derrotada. Para los que han creído esto, para usted que cree en la obra de Jesús, para mí, ya nada es igual que antes, ¡hemos pasado de la muerte a la vida eterna!