La Buena Semilla: Martes 17 Febrero
Martes
17
Febrero
En ti hay perdón, para que seas reverenciado.
Salmo 130:4
En el temor del Señor está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos.
Proverbios 14:26
¿Temer a Dios significa tenerle miedo?

Hasta su conversión a Cristo, John Newton decía que no temía a Dios. Le desafiaba abiertamente con su vida cruel y depravada. Pero durante una tormenta en la que su barco estuvo a punto de hundirse, se sintió aterrorizado. Tenía miedo de morir, pero sobre todo tenía miedo de encontrarse con Dios. Y este miedo le llevó a volverse hacia Él y recibir su perdón. Entonces escribió la canción muy conocida Amazing Grace: «Esta gracia enseñó a mi corazón a temer, y la gracia disipó mis temores». Experimentar el inmenso perdón de Dios le hizo pasar del miedo al «asombro». Comprobó estas asombrosas palabras: “En ti (Dios) hay perdón, para que seas reverenciado”.

Cuando descubrimos que somos pecadores, el temor de Dios y el miedo al juicio pueden apoderarse de nosotros, ¡pero qué alivio es encontrar la salvación en Jesús y el perdón de los pecados! Los creyentes confiamos en Dios, amamos estar en su presencia, encontramos en él seguridad y misericordia. Ya no tememos a Dios, sino que tenemos miedo de desagradarle. Sabemos que nos dio a su Hijo para que soportara el castigo por nuestros pecados. ¡El temor a Dios es confianza mezclada con un gran respeto!

Si seguimos teniendo miedo de Dios, o si conservamos la imagen de un Dios duro, es porque no hemos sido capaces de descubrir quién es: “Señor fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad” (Éxodo 34:6). O tal vez nuestra conciencia culpable nos empuja a huir de él…

Si Jesús es mi Señor y mi Salvador, ¿qué lugar ocupa el temor de Dios en mi vida?