La Buena Semilla: Miércoles 29 Noviembre
Miércoles
29
Noviembre
(Jesús dijo:) ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
Lucas 13:34
No queréis venir a mí para que tengáis vida.
Juan 5:40
Yo quise… Tú no quisiste

¿Ha oído alguna vez a alguien decir: «¿No puedo creer, no puedo tener fe»? En los versículos citados hoy, Jesús dice que se trata de un rechazo deliberado.

Mucho antes de que Jesús viniera a la tierra, Dios había enviado profetas a su pueblo desobediente para hacerlo volver a él. Pero “no oyeron mis palabras… que les envié por mis siervos los profetas… y no habéis escuchado, dice el Señor” (Jeremías 29:19). Incluso Jerusalén, la capital, a menudo fue el escenario de las reacciones más violentas contra los mensajeros de Dios. Por ejemplo, Zacarías fue apedreado por orden del rey, aunque era su primo (2 Crónicas 24:20-22). Durante su vida en la tierra, Jesús hizo todo lo posible para reunir al pueblo de Israel “debajo de sus alas”, como hace una gallina con sus polluelos. En todas estas ocasiones, la conclusión es la misma: “¡No quisiste!”. Y nosotros, ¿queremos acercarnos a Dios?

En el segundo versículo del día, Jesús va más allá y nos muestra a dónde conduce esa voluntad opuesta en el corazón del hombre. “No queréis venir a mí para que tengáis vida”. Porque eso es lo que está en juego: la vida eterna. Como lo hizo en el pasado por boca de Moisés, Dios nos pone ante una elección: “Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas” (Deuteronomio 30:19).

¿Qué elegirá usted?

Job 35-36 – Colosenses 2 – Salmo 135:8-14 – Proverbios 28:23-24