La Buena Semilla: Lunes 6 Noviembre
Lunes
6
Noviembre
Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado… Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Juan 8:34, 36
El Hijo de Dios… me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20
Eres libre

David Livingstone (1813-1873), explorador y misionero, trabajó intensamente en el sur de África por la abolición de la trata de esclavos. Un día, en un desierto, se encontró con caravanas de esclavos encadenados que iban a ser vendidos. El misionero no pudo oponerse a este despreciable tráfico, que le indignó profundamente. Pero, viendo en la miserable tropa a un hombre que daba más pena que los demás, ofreció comprarlo.

La negociación no hizo reaccionar al pobre esclavo, pues estaba convencido de que simplemente había cambiado de amo. Pero Livingstone le dijo: «Ahora eres libre porque te he rescatado».

Entonces el hombre respondió: «Quiero quedarme contigo y servirte porque tuviste misericordia de mí».

Esta historia nos recuerda lo que Jesús hizo por nosotros, redimiéndonos del estado de servidumbre en el cual todos estábamos por naturaleza.

Hoy día los hombres son dominados por muchas formas de esclavitud. Puede ser el alcohol, el dinero, el libertinaje sexual o las drogas. Pero, además, hay muchas cosas que pueden ejercer una dependencia tan fuerte en nuestras vidas, que ya no podemos desprendernos de ellas. El pecado, sea cual sea su forma, es una esclavitud de la que solo Jesucristo tiene el poder para liberarnos. Y cuando Jesús libera a una persona, esta cambia de amo. El cristiano, rescatado por Jesucristo, quien murió por él, desea servir a quien tanto lo amó.

Job 2-3 – Juan 19:31-42 – Salmo 119:137-144 – Proverbios 27:1-2