La Buena Semilla: Domingo 12 Septiembre
Domingo
12
Septiembre
Daniel… entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
Daniel 6:10
Todo tipo de oraciones (3) – Orar cada día, como hacía Daniel

Daniel, deportado a la corte del rey de Babilonia, permaneció fiel a Dios en toda su conducta y se mantuvo al margen de las celebraciones reales. Perseveró en la oración. Dios permitió que el rey Darío lo notase y le confiara altas responsabilidades en la corte. Entonces sus colegas, celosos, buscaron un motivo para acusar a Daniel. Como conocían sus costumbres, convencieron al rey Darío para que en su reino prohibiera, durante un mes, toda oración a otro dios fuera del rey, bajo amenaza de ser echado al foso de los leones.

¿Qué haría Daniel? ¿Buscar una escapatoria? No, el versículo citado lo muestra tranquilo, confiado en Dios. Para él la oración no era un deber religioso, ni una recitación automática… No, era su vida, la fuente de su fuerza. Sin ella no podía asumir sus responsabilidades.

Daniel oró, pues, como de costumbre, sin esconderse. Él conocía al Dios a quien oraba cada día, y se encomendó a él. Sus enemigos lo prendieron y lo echaron al foso de los leones. Pero Dios velaba sobre él: los leones no le hicieron daño. Entonces el rey lo sacó del foso, pues reconoció la grandeza del Dios de Daniel, y sus enemigos fueron confundidos. La fidelidad de Daniel glorificó a Dios.

Cristianos, ¿la oración forma parte de nuestra vida cotidiana, de nuestras prioridades? ¿Nos es imprescindible? A través de diferentes medios, Satanás siempre trata de privarnos de esos preciosos momentos. Como Daniel, ¡oremos, cueste lo que cueste, pues siempre saldremos ganando!

(continuará el próximo domingo)

2 Crónicas 28 – 2 Corintios 1 – Salmo 105:7-15 – Proverbios 23:6-8