La Buena Semilla: Domingo 21 Abril
Domingo
21
Abril
Reconoced que el Señor es Dios; él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos… Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre. Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.
Salmo 100:3-5
Las puertas de la presencia de Dios

En algunas ciudades del mundo hay puertas famosas como la de Brandemburgo (Berlín, Alemania), la de Jaffa (Jerusalén), la de Alcalá (Madrid)… Algunas están abiertas y otras cerradas.

Las puertas que conducen a la presencia de Dios siempre están abiertas.

En Israel los lectores del Salmo 100 eran invitados a entrar en la presencia de Dios. Había dos pasos para tener acceso a Dios: primero se debía pasar por las puertas, y luego entrar en los atrios (patios frente al templo).

Lo mismo ocurre en nuestra vida como cristianos: a veces podemos sentirnos lejos de Dios. Acerquémonos, pues, a él; entremos por sus puertas con oraciones de gratitud, en sus atrios con alabanzas.

Por medio de la oración agradecemos a Dios todo lo que ha hecho por nosotros. Mediante la alabanza, reconocemos y proclamamos su grandeza y su amor.

Los creyentes del Antiguo Testamento eran invitados a entrar en la presencia de Dios con oraciones de acción de gracias y alabanza, “porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones”. Incluso cuando se alejaron de él, Dios permaneció fiel y siguió invitándolos a entrar en su presencia. Las puertas de Dios siempre están abiertas para nosotros, incluso cuando nos hemos desviado. Todo lo que tenemos que hacer es volver a él. ¡Dios no rechaza a nadie!

Isaías 32 – 2 Pedro 1 – Salmo 46:4-7 – Proverbios 14:5-6