La Buena Semilla: Martes 26 Diciembre
Martes
26
Diciembre
El que viene del cielo, es sobre todos.
Juan 3:31
¡Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Salmo 8:9
Tan poco…

Se necesita tan poco espacio para acostar a un bebé, sin embargo, el mundo negó a Jesús ese espacio. El Creador del universo, entrando en los límites del espacio y el tiempo, fue acostado en un pesebre, un comedero para el ganado (Lucas 2:7).

Para recostar una cabeza cansada también se necesita muy poco espacio. Incluso las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tenía dónde reclinar la cabeza (Lucas 9:58).

Para morir, el más pobre tiene una cama. A Jesús le dieron una cruz. Esta fue la horrible e infame tortura infligida al único hombre justo.

¿Hemos comprendido por qué, o más bien por quién, el Hijo de Dios vino a este mundo y se humilló de esa manera? Lo hizo por amor a usted y a mí.

¿Y qué nos pide a cambio? Nada, excepto nuestra confianza. Si se nos pidiera mucho a cambio de la salvación, Dios no sería justo, y los débiles y discapacitados serían descartados. Si se exigiera dinero, los pobres no tendrían nada que dar. Si el requisito fuera la inteligencia o el conocimiento, los menos dotados quedarían excluidos. Lo poco que se nos pide es: admitir que estamos perdidos, aceptar a Jesús como nuestro Salvador, confiarle la dirección de nuestra vida. Esto está al alcance de todos. ¿Por qué no se decide ahora mismo?

“¿Menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?” (Romanos 2:4).

Zacarías 11 – Apocalipsis 19:1-10 – Salmo 147:7-11 – Proverbios 30:29-31