El evangelista Mateo presenta a Jesús como el Mesías, es decir, el rey prometido al pueblo judío. Desde los primeros capítulos vemos a Jesús confirmar, mediante sus palabras y actos, que él era realmente el que había sido anunciado en el Antiguo Testamento. Los capítulos 5 a 7, conocidos como el Sermón del monte, contienen los principios del “reino de los cielos”. ¿Qué rey o gobernante ha pronunciado alguna vez un discurso inaugural lleno de gracia y de verdad? Jesús describe en estos capítulos los principios que rigen en su reino.

Este discurso comienza con las bienaventuranzas, es decir, una lista de cualidades que Dios aprueba y que nos hacen felices, como la humildad, la mansedumbre, la pureza. ¡No precisamente lo que escucharíamos de los gobernantes de este mundo! Luego describe las exigencias morales que todo súbdito de su reino debe tener consigo mismo, como:

– “Cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio” (Mateo 5:22).

– “Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:28).

También habla de nuestro comportamiento hacia los demás:

– “Amad a vuestros enemigos… haced bien a los que os aborrecen” (Mateo 5:44).

Si usted lee estos capítulos, probablemente quiera vivir en un reino así. El texto de mañana nos indicará el camino a seguir.