La Buena Semilla: Sábado 2 Diciembre
Sábado
2
Diciembre
Mi socorro viene del Señor, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda.
Salmo 121:2-3
Mirando a Dios

«Durante mucho tiempo viví en el sur de Francia, cerca de las costas de Marsella, y recuerdo los viajes por mar que a veces hacíamos en primavera. Aunque el barco no era muy grande, íbamos muchos, amontonados en él, pero confiados en el capitán. Durante una travesía, las fuertes olas y las corrientes contrarias nos sorprendieron. Yo me asusté mucho, pues no sabía nadar. El capitán pudo ver la confusión en nuestras caras y nos gritó: Miren hacia arriba, miren al cielo. ¡Olvídense de las olas! Así nos tranquilizamos.

Esta frase quedó grabada en mi mente. ¿No sería ese el secreto para mi vida? En tiempos difíciles, o en el turbulento mar de la vida, cuando pierdo el equilibrio, solo necesito levantar los ojos hacia Dios, porque él es todopoderoso.

Dios me ama y ha hecho todo para salvarme. Quiere darme la vida eterna, y esta vida está en su Hijo Jesús, quien murió para borrar los pecados de los que creen en él. Esta nueva vida nos permite mirar hacia arriba, nos abre el cielo en donde vemos a Jesús, Salvador y garante de nuestra vida con él para siempre.

Pero Dios también está con nosotros cada día, aunque no lo veamos. Él conoce nuestras preocupaciones, nuestras ansiedades, y las atraviesa con nosotros. Él las lleva por nosotros. Quiere enseñarnos a confiar plenamente en él».

Dios está ahí, realmente ahí, mucho más cerca de lo que pensamos. Su bondad nos vivifica y su gracia nos libera.
Dios está ahí, realmente ahí, el que era y el que es; el que siempre será el mismo.

Job 39-40 – Santiago 1 – Salmo 136:10-22 – Proverbios 29:1-2