La Buena Semilla: Domingo 7 Enero
Domingo
7
Enero
Fuerte es como la muerte el amor… Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos.
Cantares 8:6-7
Él (Jesús) puso su vida por nosotros.
1 Juan 3:16
Débil por amor

«¿Qué puede ser más débil que un niño nacido en un establo, o un hombre muriendo en una cruz? Sin embargo, esto es lo que hay que amar, venerar, proteger, pero no la fuerza o la victoria». Esto fue lo que dijo un filósofo, hablando de Jesucristo, crucificado en debilidad (2 Corintios 13:4). No obstante, él era el Hijo de Dios, quien vino como hombre a la tierra. Tenía todos los derechos y el poder del Dios creador. Era el Señor de gloria; sin embargo, se humilló para glorificar a Dios y salvar a los pecadores.

Mostró algo mucho más grande que el poder que aplasta a los demás. Mostró lo que es el verdadero amor, el amor divino. “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros” (1 Juan 3:16). Su vida fue la manifestación de un corazón lleno de gracia, bondad y compasión. Todos podían ir a él y encontrar una respuesta a sus preocupaciones. Sin embargo, tuvo que decir: “Me devuelven mal por bien, y odio por amor” (Salmo 109:5). Fue condenado a muerte, sin motivo. Sufrió la mayor de las injusticias, y guardó silencio. Fue tratado con desprecio, maldad, violencia y crueldad. Aceptó morir para dar el perdón a los que creen en él. Su debilidad, aceptada voluntariamente, reveló un amor que supera todo conocimiento. Es la victoria del amor sobre el odio, del bien sobre el mal. Esta belleza y grandeza son el centro de la contemplación de la fe.

“Cristo padeció por nosotros… cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente” (1 Pedro 2:21, 23).

Génesis 7-8 – Mateo 6:1-18 – Salmo 5:1-7 – Proverbios 2:6-9