La Buena Semilla: Lunes 22 Enero
Lunes
22
Enero
Las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.
Romanos 1:20
El lenguaje de la naturaleza

Dios es el autor de dos grandes libros que ha puesto a disposición de la humanidad: la naturaleza y la Biblia. Por medio de su inteligencia, el hombre debe discernir y reconocer el poder eterno y la divinidad de Aquel que es el origen de todas las cosas, y quien por lo tanto es su Creador.

Pero solo “por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3).

Un simple paseo por el campo brinda mil oportunidades para maravillarnos ante el ingenio del Creador: una flor, su forma, el insecto que corre por ella… Todo, desde lo infinitamente grande hasta lo infinitamente pequeño, habla del poder creador y de la sabiduría de nuestro Dios. El creyente que puede comprender los últimos descubrimientos científicos queda impresionado por la complejidad y precisión de la creación divina. La naturaleza también nos muestra que Dios quiere el bien de su criatura, pues la ama.

Todo diseñador tiene derechos sobre lo que ha elaborado, y el Creador también los tiene sobre el hombre, quien muy a menudo no quiere admitirlo.

No escuchar al Creador acarrea los peores desastres en el ámbito moral y en la salud (ver Romanos 1:24-32). La contaminación generalizada que cada vez sufre más el planeta también es el resultado de este desprecio a Dios.

¡No nos dejemos influir por las teorías cambiantes que el mundo desarrolla para destruir la idea misma de un Creador!

Génesis 25 – Mateo 14:13-36 – Salmo 15 – Proverbios 4:10-13