Este texto nos presenta a un hombre que respiraba “amenazas y muerte” contra los cristianos. Saulo, muy religioso y celoso del judaísmo, persiguió ferozmente a los que abandonaban la religión de sus antepasados. Pero un día Jesús se le apareció y lo detuvo repentinamente en su terrible camino de persecución. Después de este encuentro, no volvió a ser el mismo hombre.
Transformado radicalmente, reconoció a Jesús como su Salvador y Señor. Entonces se convirtió en el blanco del odio de sus antiguos correligionarios, pero estuvo dispuesto a soportarlo todo por el Señor. Los discípulos de Jesús, a los que antes había odiado tanto, lo cuidaban con amor. ¡Saulo formó parte de los cristianos perseguidos, vino a ser
El vínculo que unía a Saulo con los cristianos es el vínculo divino que une a todos los cristianos con Jesucristo, para formar
Deuteronomio 9 – Juan 6:22-40 – Salmo 118:1-4 – Proverbios 25:12-13