La Buena Semilla: Viernes 11 Octubre
Viernes
11
Octubre
El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13
Como una canción de esperanza

«La verdad es que sobre el antes de nuestro mundo como sobre el después de nuestra muerte no sabemos nada. Podemos creer, soñar, esperar… pero no podemos saber nada», escribió el filósofo Jean d’Ormesson, al final de su vida, en su libro «Como una canción de esperanza», obra que publicó para decir que esperaba en Dios. Para él, el hombre, con su mente y su razón, no puede estar seguro de nada. Solo queda la esperanza, pero ¿esta esperanza hace vivir?

El cristiano sabe, tiene certezas, incluso sobre su esperanza. Puede confiar plenamente, no en sus pensamientos, sino en lo que Dios dice, pues las promesas divinas son ciertas. La lectura de la Biblia refuerza su fe. Debemos asirnos de “la esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor” (Hebreos 6:18-20). Jesús murió en la cruz por nuestros pecados, pero resucitó. Está en la presencia de Dios como hombre glorificado. Él vendrá para llevar a todos los creyentes con él a la casa del Padre, lugar que ha preparado para ellos. La esperanza del incrédulo no está fundada en las promesas de Dios, por lo tanto, se desvanece, y no tiene lugar en el más allá. Para los que confían en Dios, la Biblia, la Palabra de Dios, es más que un canto de esperanza. Ella nos hace vivir desde ahora en el reino de Dios, que es “justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17).

Deuteronomio 5 – Juan 4:31-54 – Salmo 115:9-18 – Proverbios 25:4-5