La Buena Semilla: Jueves 3 Octubre
Jueves
3
Octubre
El amor es sufrido, es benigno… no hace nada indebido, no busca lo suyo… no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
1 Corintios 13:4-6
¿Una simple fórmula de cortesía?

El apóstol Juan comienza su carta a Gayo con estas palabras: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma” (3 Juan 1:2).

En la vida cotidiana, las preocupaciones concernientes a la salud y al trabajo tienen un lugar predominante. A principios de año, sobre todo, cuando nos encontramos con un familiar o conocido, solemos preguntarle cómo está, y nos tomamos el tiempo para escucharlo. El apóstol Juan hizo lo mismo, con sinceridad, pero en seguida pasó a hablar de algo mucho más importante: el estado del alma de su amigo. En efecto, sabía que Gayo andaba “en la verdad” y deseaba que su alma prosperara.

Las fórmulas de cortesía pueden esconder mucha indiferencia. Interesémonos realmente por nuestros interlocutores, y no nos limitemos a preocuparnos solo por su salud o la de su familia. Pensemos también en el estado de sus almas. El rey David, en un momento de angustia, escribió: “No hay quien me quiera conocer; no tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida” (Salmo 142:4). Las personas con las que hablamos quizás esperan que nos interesemos por su alma… ¡No perdamos las oportunidades que se nos presentan!

Y para nuestros hermanos en la fe, también es importante. No seamos tímidos, atrevámonos a hablar sobre el estado de nuestras almas, de nuestros corazones. Esto nos dará la oportunidad de ser “mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí” (Romanos 1:12).

Amós 6-7 – Filemón – Salmo 109:20-31 – Proverbios 24:17-18