La Buena Semilla: Miércoles 2 Octubre
Miércoles
2
Octubre
El Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire.
1 Tesalonicenses 4:16-17
Mi conversión

«Fui criado en una familia cristiana. Desde muy joven estuve en contacto con la Palabra de Dios, la persona del Señor Jesús y sus enseñanzas. Cuando tenía más o menos 9 años, el Espíritu Santo me convenció de que era un pecador ante Dios. Las lecturas cotidianas de la Biblia, en familia, me interpelaban profundamente y a veces incomodaban mi conciencia. Le conté a mi padre mi sufrimiento y mis temores, y me aconsejó que orara y confiara en Dios.

Un día estaba solo, sentado en el muro del jardín, abrumado por mis tristes pensamientos. De repente, un gran ruido resonó en el valle. ¡Qué susto! Me pareció oír la voz de mando del Señor viniendo por los suyos. ¡Y yo me había quedado! Solo tuve un pensamiento: ¡estoy perdido por la eternidad! Pero la puerta del jardín se abrió y mi padre apareció. ¡Qué alivio! El Señor aún no había venido… ¡No era demasiado tarde para ser salvo! Le pregunté por el ruido y me dijo que era un recolector ambulante de material que anunciaba ruidosamente su llegada. Mi conciencia temerosa me había hecho confundir la voz de mando del Señor con un ruido muy conocido en esa época.

Algún tiempo después, el 23 de enero, me desperté con una certeza: ¡soy salvo! Dios puso en mí la convicción de que me amaba y me había salvado dando a su Hijo para que yo tuviese vida eterna. Han pasado más de 64 años, y desde entonces espero su regreso sin miedo».

David

Amós 5 – Tito 3 – Salmo 109:6-19 – Proverbios 24:15-16