La Buena Semilla: Jueves 8 Agosto
Jueves
8
Agosto
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2:20
¿Soy libre? (3)

La fe en Jesús, el Hijo de Dios, quien murió y resucitó, me identifica con él. Estoy muerto con él, pero también estoy vivo y tengo la misma naturaleza que él, por tanto, soy libre para vivir como él.

Estoy muerto, el apóstol lo dice: “Con Cristo estoy juntamente crucificado”. Esto es necesario para escapar de la esclavitud del mal, para no ceder a las diversas codicias, al orgullo, a la mentira… Si un creyente trata de enfrentarse al mal con sus propias fuerzas, será derrotado, pues el mal es más fuerte que él. Entonces, ¿quién debe intervenir para vencer el mal? ¡Cristo, quien vive en mí!, pues estoy “muerto con Cristo”.

El secreto que nos libera del mal es vivir con Jesús. El apóstol Pablo escribió: “Cristo vive en mí”. Por la fe, cada creyente ha recibido la vida de Jesús; escuchemos Su voz leyendo su Palabra. Hablemos, dialoguemos constantemente con él sobre las decisiones que debemos tomar en nuestra vida. Vivir libre con Jesús también es poner a su disposición nuestras capacidades, todo lo que hemos recibido de su mano creadora. Es deleitarnos haciendo lo que nos dice, siguiendo sus caminos, convertirnos en sus “colaboradores”; significa pensar como él, estar a su lado, ver las cosas como él las ve… ¡Qué maravilloso ideal! Pero, ¿podemos lograrlo? ¡Dios nos da todos los recursos para responder a nuestra fe cada día!

Si esta libertad es un puro don de su gracia, también implica mi responsabilidad: mirar con Jesús mis debilidades, mis faltas. Él nos dice: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9).

(fin)

Jeremías 12 – Lucas 18:1-17 – Salmo 91:11-16 – Proverbios 21:1-2