Testimonio de Dietrich Bonhoeffer (1906-1945), mártir cristiano encarcelado por su resistencia al nazismo.
«¿Quién soy yo? A menudo me dicen que de mi celda salgo relajado, firme y sereno, como un caballero de su castillo.
A menudo me dicen que hablo con mis guardias con tanta libertad, amabilidad y franqueza, como si tuviera que darles órdenes.
También me dicen que soporto los días de prueba, impasible, sonriente y orgulloso, como un hombre acostumbrado a la victoria.
¿Soy realmente el hombre que dicen que soy? ¿O únicamente este hombre que solo yo conozco, preocupado, enfermo de nostalgia, como un pájaro en una jaula… ávido de colores, de flores, de cantos, sediento de una buena palabra y de una esperanza humana, un hombre que se enfurece ante la arbitrariedad y la ofensa más mezquina, agitado por la expectativa de grandes cosas, temeroso e incapaz de hacer nada por mis amigos que están lejos, tan cansado, tan vacío que ya no puedo orar, pensar, creer, en fin, dispuesto a renunciar a todo?
¿Quién soy yo? ¿Este o aquel? ¿Hoy este hombre y mañana aquel otro? ¿Soy un hipócrita frente a los hombres, y en mi interior una persona débil, despreciable y abatida? O bien, ¿lo que aún hay en mí es semejante a un ejército derrotado que se retira en desorden ante el enemigo ya triunfante? ¿Quién soy yo? Tú me conoces: tú sabes que soy tuyo, oh Dios».
Esdras 5 – Juan 3:22-36 – Salmo 114 – Proverbios 24:30-34