La Buena Semilla: Lunes 30 Septiembre
Lunes
30
Septiembre
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Lucas 11:9
¿Quién me librará?
Testimonio

«Crecí oyendo hablar de Dios y yendo a la iglesia con mis padres, pero no conocía realmente a Dios. Tenía una buena opinión de mí mismo, mientras hacía cosas de las que ahora me avergüenzo. A la edad de quince años empecé a tomar conciencia de lo que estaba mal en mi vida. Dios me lo mostraba con bondad.

Intenté mejorar, pero solo empeoré. Cuanto más intentaba cambiar, más me hundía en el mal, y no lograba impedirlo. Una noche tuve ganas de ir a la iglesia, no para seguir a mis padres, sino para encontrarme con Dios. Este deseo de escuchar a Dios era nuevo para mí. Cuando regresé a la casa fui a mi habitación y empecé a clamar a Dios. No sabía cómo orar, pues nunca lo había hecho. Todo lo que pude decir fue:»Lo siento, lo siento… «.

Allí estaba yo, llorando ante el Señor. Esa noche, misteriosamente, su bondad y su amor estaban presentes. Había pecado contra un Dios que es bueno, santo. Este Dios me amaba, me purificaba del mal, de la hipocresía en la que había vivido.

Mis lágrimas de dolor y arrepentimiento se convirtieron en lágrimas de gozo. Dios me amaba. Sabía poco sobre la fe, pero sabía que Jesús era mi Salvador. Recuerdo que dije al Señor:»Toma mi vida, no quiero conservarla, quiero que sea tuya«. Fue una rendición, pero una rendición llena de gozo».

John

Amós 1-2 – Tito 1 – Salmo 108:7-13 – Proverbios 24:11-12