La Buena Semilla: Domingo 10 Octubre
Domingo
10
Octubre
E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición… y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.
1 Crónicas 4:10
Todo tipo de oraciones (7) – Jabes y la gracia

La corta historia de Jabes la encontramos en 1 Crónicas 4: 9-10. Su nombre, Jabes, significa “dolor”, pues su madre sufrió mucho al traerlo al mundo. Su nombre le recordaría durante toda su vida que debido al pecado el dolor está presente en el mundo (leer Génesis 3:16). Como llevaba este nombre, ¿pasaría toda su vida quejándose? ¡Todo lo contrario! El sentimiento de estar marcado por las consecuencias del pecado lo condujeron a invocar al Dios de Israel, por medio de una oración admirable. Pidió a Dios que lo bendijese abundantemente, aunque no tenía ningún mérito que hacer valer para justificar esta bendición.

Jacob también había hecho una petición, pero con una intención muy diferente. Él quería “hacer su parte”, concluir un contrato con Dios, es decir, negociar su bendición (Génesis 28:20-22). Jabes era consciente de que no tenía nada que ofrecer a Dios; no pretendía nada. Solo invocó su gracia. Sabía que se dirigía a un Dios rico, siempre dispuesto a dar; y no fue decepcionado: “Y le otorgó Dios lo que pidió”. Se complació en responder a la humilde oración de este hombre de fe, sin pedir nada a cambio. En efecto, nunca pedimos la gracia de Dios en vano. Él se complace “en los que esperan en su misericordia” (Salmo 147:11).

Cristianos, todos estamos marcados por el pecado, como Jabes, y Dios no nos debe nada. Pero se complace en bendecir, libre y abundantemente. Dirijámonos a él con valentía, sin olvidar que siempre nos bendice con base en su gracia.

(continuará el próximo domingo)

Esdras 6 – Juan 4:1-30 – Salmo 115:1-8 – Proverbios 25:1-3