El Señor está cerca: Sábado 2 Diciembre
Sábado
2
Diciembre
Estas cosas les he hablado para que mi gozo esté en ustedes y su gozo sea completo.
Juan 15:11 RVA-2015
Gozo (1)

¿Sabía usted que un cristiano sin gozo es una contradicción de términos? Si está bien ante Dios, entonces debería tener gozo en su vida. Pero hay muchos cristianos que viven como si hubieran perdido el gozo. Ahora bien, ¿por qué el gozo es tan importante? Una de las principales razones es que el gozo es fundamental para ganar a los perdidos para Jesús. No se puede tener una Biblia bajo un brazo y una lápida bajo el otro y decir: “¿No les gustaría ser como yo?” Nuestro mejor argumento para proclamar la salvación y conducir a alguien al Salvador es manifestar el gozo del Señor.

Otro motivo por el que necesitamos gozo es porque nos da fuerzas para vivir la vida cristiana. Cuando se estaban construyendo los muros de Jerusalén, Dios le dijo a Nehemías y al pueblo: “El gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Neh. 8:10). No se puede vivir la vida cristiana sin gozo. El gozo es esencial para soportar las cargas de la vida. Todos tenemos penas y dificultades. Alguien ha dicho que el gozo es el lubricante de la vida. El gozo del Señor aliviará y eliminará las cargas de su corazón.

Otra pregunta muy importante es: “¿Qué es el gozo?”. ¿Cómo lo definimos? El gozo y la felicidad no son lo mismo. ¡La felicidad frecuentemente depende de lo que sucede a nuestro alrededor! ¡El gozo es algo que proviene del mismo Señor Jesús! No solo debemos tener un gozo como el suyo, sino que debemos tener su gozo. Tenía un gozo completo. Él dijo: “Para que… su gozo sea completo”. Su gozo no era a medias, sino que era un gozo completo. Y no solo un gozo completo, sino que Jesús también tenía un gozo permanente. El hecho de que sea completo nos habla de la calidad de ese gozo, mientras que el hecho que sea permanente nos habla de la cantidad de gozo. Y Jesús tenía un gozo permanente. Él dijo: “Para que mi gozo esté (o permanezca) en ustedes”. No era un gozo que iba y venía. Nosotros también debemos tener gozo sin importar las circunstancias. Debemos regocijarnos en el Señor siempre.

Tim Hadley Sr.