El Señor está cerca: Lunes 18 Diciembre
Lunes
18
Diciembre
Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros… estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Filipenses 1:3, 6
El día de Jesucristo

El apóstol Pablo estaba en prisión y ya no podía visitar personalmente a sus queridos filipenses. Sin embargo, los animó escribiendo esta epístola, enviada a ellos por manos de un siervo fiel, Epafrodito. La principal preocupación del apóstol es el crecimiento espiritual de ellos, prosiguiendo “a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3:14). Quiere que sepan que Dios está obrando en ellos y seguirá haciéndolo hasta el día de Jesucristo. Esta expresión se utiliza seis veces en el Nuevo Testamento y solo por medio de la pluma del apóstol Pablo (1 Co. 1:8; 5:5; 2 Co. 1:14; Fil. 1:6, 10; 2:16). ¿Qué quiso decir el apóstol con esta expresión?

La Biblia habla en múltiples ocasiones acerca del “día del Señor”, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, pero este no es sinónimo del “día de Cristo”. El “día del Señor” comienza con la aparición de Cristo, y hace referencia al reino público de Cristo por mil años. La Biblia también habla del “día de Dios” (2 P. 3:12), pero esta expresión, una vez más, hace referencia a otra cosa: se trata del “estado eterno” que vendrá después del Milenio. Sin embargo, el “día de Cristo” está relacionado con la Iglesia, no con Israel ni con las naciones. Comienza con el arrebatamiento de los hijos de Dios, y tiene en vista el “tribunal de Cristo” y nuestros galardones (2 Co. 5:10). Continuará durante todo el Milenio (el “día del Señor”), pero tiene un carácter completamente diferente.

Está en relación con la gracia de Cristo, nuestra perfección y bendición en la gloria.

Independientemente de cuales sean sus batallas en su vida peregrina, recuerde que Dios nos “confirmará hasta el fin”, para que seamos “irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo” (1 Co. 1:8). Ese será “el día de Jesucristo”, cuando él compartirá con nosotros el botín de su victoria.

Brian Reynolds