La Buena Semilla: Martes 31 Octubre
Martes
31
Octubre
La paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 6:23
Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
Lucas 23:43
La muerte… ¿y después?

Muchas personas evitan pensar en el más allá, y a menudo oímos decir: «Nadie ha vuelto de la muerte para decirnos qué hay después». Elegir la ignorancia para evadir un tema tan solemne como universal, no resuelve la cuestión de la muerte, ni da ninguna paz. Tampoco lo hacen las explicaciones de quienes dicen haber vuelto a la vida tras un momento de amnesia. La Biblia nos dice que Jesús resucitó a varios muertos, especialmente a Lázaro, quien llevaba cuatro días en la tumba (Juan 11:43-44). Mediante su poder Jesús, el Hijo de Dios, lo resucitó de los muertos ante una multitud de testigos. ¡Maravilloso testimonio de una verdadera resurrección! Pero en el camino, antes de resucitar a Lázaro, Jesús dijo a Marta, su hermana: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:25-26).

¿Por qué Jesús afirma que él es la resurrección y la vida? Porque él mismo iba a morir y a resucitar por ese mismo poder. La Palabra de Dios da muchos testimonios de ello. Entonces, todo el que cree en Jesús y en lo que la Biblia dice, aunque tenga que pasar por la muerte del cuerpo, resucitará y vivirá eternamente.

Jesús afirmó aún: “Si no oyen a Moisés y a los profetas (es decir, a lo que dice la Biblia), tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos” (Lucas 16:31). Y precisa que después de la muerte uno está, sea en el tormento, o en el reposo con él. Esto depende de la elección que cada uno haya hecho en la tierra: creer en Jesús o no.

Ester 4 – Juan 15 – Salmo 119:89-96 – Proverbios 26:17-18