En Pranles (Francia) se puede visitar la casa de Marie Durand, convertida en un pequeño museo que describe la vida de esta cristiana, prisionera por su fe durante el reinado de Luis XIV. Reparando el techo, los obreros encontraron una teja en la que estaba escrito: «Dios te perdona».
¿Quién escribió estas palabras? ¿A quién iban dirigidas? No lo sabemos, pero en esos tiempos de persecución religiosa, la persona que lo escribió seguramente pensaba en los que perseguían a los cristianos. Siguió el ejemplo del Señor Jesús, quien estando en la cruz pidió a su Padre por sus verdugos: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).
En la teja la persona no escribió: «Dios perdona», sino: «Dios te perdona». Esta expresión se dirige a todos, y en particular a todo el que aún no está en regla con Dios.
Dios es amor, y está dispuesto a perdonar los pecados de todos. Pero debemos reconocer que somos pecadores y aceptar su gracia. Esta gracia es concedida a los que la piden, pero no se impone a los que la rechazan.
Aún hoy es el día de la gracia, el tiempo en que Dios es paciente. Pronto se cerrará la puerta (Mateo 25:11). Entonces será demasiado tarde para responder al amor de Dios. Usted, que ha leído este mensaje, es responsable ante Dios. Si no ha respondido a Su oferta de perdón, será juzgado por Jesús, a quien rechazó. ¿Qué debe hacer? “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa” (Hechos 16:31).
Números 22 – Lucas 3 – Salmo 82 – Proverbios 19:9-10