El Señor está cerca: Domingo 26 Mayo
Domingo
26
Mayo
Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume.
Juan 12:1-3
Tres lugares cercanos al Señor

Jesús buscó y encontró un lugar de consuelo en el mundo que lo había rechazado. Ese lugar estaba en Betania, la casa de María, Marta y Lázaro. Allí le prepararon una cena.

El relato de Juan 12 menciona primero a Marta, quien servía a la mesa. Es un maravilloso privilegio servir cuando el Señor Jesús es el objeto del servicio. ¿Has experimentado la alegría de servirlo a él desinteresadamente y, por consiguiente, tener tu corazón rebosando de gozo?

Luego se menciona a Lázaro, quien estaba sentado a la mesa con Jesús, disfrutando de la comunión con Aquel que lo había resucitado de entre los muertos. ¿Qué podía estar pensando Lázaro en esos momentos? Sabía que Jesús lo amaba y, sin duda, sus hermanas le habían contado que Jesús había llorado con ellas en la tumba. Ahora Lázaro, ya resucitado, está disfrutando de la comunión con el Hijo de Dios. Esta comunión con él es nuestra porción hoy y por la eternidad.

Después de haber considerado a Marta en su servicio aceptable y a Lázaro disfrutando de una dulce comunión, vemos a María ungiendo los pies de Jesús con un “perfume de nardo puro, de mucho precio”. Esto nos habla de la adoración que se eleva a Dios como un olor fragante del Señor Jesús, cuya fragancia llena toda la casa.

Esta hermosa escena en Betania presenta nuestro privilegio al reunirnos en torno al Señor Jesús, a su mesa, para anunciar su muerte y victoria en el mundo que lo rechazó. Dejemos que nuestros corazones se enfoquen en él, y que nuestra adoración se eleve como un olor fragante a su corazón.

Jacob Redekop