El Señor está cerca: Jueves 4 Abril
Jueves
4
Abril
Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre. Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en el día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
Malaquías 3:16-17
El tesoro especial del Señor

Malaquías es el último de los profetas del Antiguo Testamento. Luego hubo 400 años de silencio hasta la aparición de Juan el Bautista como precursor del Señor Jesús. Fueron días oscuros en Israel. El remanente, que había regresado a la tierra después de 70 años de cautiverio en Babilonia, se alejó rápidamente de Dios y perdió su carácter de remanente fiel. No había temor de Dios en Israel, y el pueblo estaba dominado por un estado de total indiferencia, a pesar de las advertencias que habían recibido a través de los profetas.

Dios apeló entonces a las personas de forma individual, buscando respuestas a sus expresiones de amor. Dios escucha y no en vano. Él escucha “a los que temen a Jehová” y a “los que piensan en su nombre”. Los escuchó hablar entre ellos con el debido temor hacia él. No hablaban de las condiciones que prevalecían a su alrededor, aunque se entristecían por ello, sino que hablaban de su Nombre. Esperaban el día en que él vendría como el “Sol de justicia” con sanación “en sus alas” (Mal. 4:2). Sabían que él los amaba. Se escribió entonces un “libro de memoria” delante de él para los que temen a Dios. Él conoce a los que son suyos y los llama “especial tesoro”. Cuando Cristo venga a establecer su reino y juzgar a los impíos, él se encontrará con este remanente de creyentes fieles, el cual se salvará porque está compuesto por los que son suyos.

Hoy en día es similar. Aunque nosotros no lo esperamos como el “Sol de justicia”, sino como la “Estrella resplandeciente de la mañana”. Esperamos la venida del Hijo de Dios, Jesús, “quien nos libra de la ira venidera”. Mientras lo esperamos, ¡seamos también de los que le temen y piensan en su nombre!

Jacob Redekop