¡Puede ser! Pero hablemos francamente como lo hace la Biblia. Y escuchémosla.
– “Dice el
– “Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes” (1 Corintios 15:35-36). Para muchos, la resurrección es la “noción” bíblica más difícil de aceptar. Nadie puede explicarla por sus propios conocimientos. Pero sería ridículo pensar que Dios, quien hizo todo a partir de la nada, no pudiera resucitar un muerto. ¿No es una locura querer limitar el poder de Dios a nuestra capacidad de comprensión?
– “Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma” (Lucas 12:20). Este hombre tal vez creía en Dios y en la resurrección. Pero no se preparó para rendir cuenta de su vida ante Dios. Previó todo para satisfacer sus necesidades materiales, pero olvidó lo esencial: los derechos de su Creador. Para Dios este hombre es necio.
La sabiduría divina ha sido revelada a los hombres en Cristo, “poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:24). Sabio es el que cree en Dios.
Génesis 18 – Mateo 10:1-25 – Salmo 9:11-14 – Proverbios 3:13-15