19 de diciembre de 2016: un atentado dejó 12 víctimas en un mercado navideño en Berlín. El hecho conmocionó a toda Europa. La mañana siguiente un ministro francés declaró ante los micrófonos de los periodistas: “Quiero transmitir un mensaje a nuestros conciudadanos: en esta época en que hay una amenaza, es necesario seguir saliendo, divertirse. Se aplican todos los medios para dar la seguridad”.

Divertirse, ¡esta es la palabra clave en nuestra sociedad! Divertirse, aturdir el espíritu para no pensar en el destino que nos espera, ¿es esto lo que se busca? No queremos ser aguafiestas; al contrario, deseamos anunciarle que Dios le propone algo mucho mejor que diversiones pasajeras y sin futuro. Leamos algunas de las promesas que él nos hace en la Biblia. Dios quiere darnos:

– La paz del corazón: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).

– El reposo del alma: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

– La seguridad: “Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal” (Proverbios 1:33).

– La felicidad: “Mis siervos cantarán por júbilo del corazón” (Isaías 65:14).

Vale la pena conocer esa felicidad profunda que tiene su origen en el “Dios bendito” (1 Timoteo 1:11).