Esta expresión de la Biblia demuestra cómo Dios prepara los acontecimientos para que sucedan en el momento oportuno. Cuando Jesús, el hombre perfecto, recorría la tierra, el evangelio nos dice que “le era necesario pasar por Samaria” (Juan 4:4), para encontrar a una mujer que no tenía respuestas a las preguntas que se hacía. El amor de Cristo
“Fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día”. ¿Para qué? Para que pecadores como la samaritana, como usted y yo, merecedores de la condenación eterna, podamos ser salvos. Por amor a Dios, y por amor a nosotros, era
Resucitado, el Señor confirmó: “¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?” (Lucas 24:26). La Palabra de Dios nos revela que un día Cristo dominará sobre el universo, “porque preciso es que él reine” (1 Corintios 15:25).
Cristianos, nuestra vida terrenal también está marcada por esos “era necesario”. Dios siempre permite esos imperativos por amor -tanto pruebas o dificultades como momentos de gozo-, para hacernos crecer en la fe. Nunca perdamos de vista esta realidad: “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28).
Éxodo 25 – Hechos 18 – Salmo 32:8-11 – Proverbios 11:15-16