La Buena Semilla: Miércoles 14 Diciembre
Miércoles
14
Diciembre
Hablad verdad cada uno con su prójimo.
Efesios 4:25
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.
Colosenses 4:6
El lenguaje humano de Jesús

El regalo más maravilloso que Dios hizo al hombre, con la vida, es la palabra. Y para revelarse al hombre, Dios le habla. En todas las épocas Dios ha transmitido su mensaje de manera comprensible, por medio de diversos siervos y profetas, cada uno en su estilo propio. Ese mensaje ha sido transcrito en la Biblia, la Palabra de Dios. Ese libro es una palabra viva, eterna. Al leerla, nos enteramos de lo que Dios dice.

Luego Dios quiso acercarse más a su criatura, por lo que envió a su Hijo al mundo para hablarle. Jesús, el Verbo hecho carne, vino a la tierra (Juan 1:14; Hebreos 1:2). Jesucristo fue la revelación de Dios en el mundo, y todo su comportamiento manifestó la verdad de Dios: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).

Mientras vivía entre los hombres, Jesús hablaba el arameo, la lengua de los que lo rodeaban. De su boca salían palabras de gracia (Lucas 4:22); las multitudes se asombraban al oír sus poderosas palabras (Mateo 7:28-29). Incluso sus opositores dijeron: “Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre” (Juan 7:46). Era el cumplimiento de lo que el profeta Isaías había anunciado unos 700 años antes: “El Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado” (Isaías 50:4). Solo él comunicó la palabra apropiada a la situación de quien lo escuchaba; esta palabra es comparada a “manzana de oro con figuras de plata” (Proverbios 25:11).

Cristianos, parezcámonos más a nuestro modelo. Velemos para que nuestra forma de hablar muestre que somos discípulos de Cristo.

Jueces 6:22-40 – Apocalipsis 7 – Salmo 141:5-10 – Proverbios 29:24-25