La Buena Semilla: Viernes 18 Abril
Viernes
18
Abril
A este, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole.
Hechos 2:23
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
2 Corintios 5:21
Era inocente, pero fue crucificado

En el juicio y crucifixión de Jesús, seis personas testificaron que él era inocente:

– Judas: “Yo he pecado entregando sangre inocente” (Mateo 27:4).

– Pilato: “Ningún delito digno de muerte he hallado en él” (Lucas 23:22).

– La mujer de Pilato mandó decir a su marido: “No tengas nada que ver con ese justo” (Mateo 27:19).

– Herodes no encontró “delito alguno” en él y, por lo tanto, afirmó que “nada digno de muerte” había hecho Jesús (Lucas 23:14-15).

– El ladrón crucificado junto a Jesús dijo: “Este ningún mal hizo” (Lucas 23:41).

– El centurión junto a la cruz “dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo” (Lucas 23:47).

Así, aunque era inocente, Jesús fue crucificado. ¿Por qué? Los hombres lo rechazaron porque sus hechos, sus palabras y su persona les molestaban. No lo querían en medio de ellos porque su presencia les revelaba el estado de sus corazones. Jesús les hablaba de Dios, de la gracia y de la verdad, pero “los hombres amaron más las tinieblas que la luz” (Juan 3:19).

Los hombres son, pues, responsables de haber condenado al Señor Jesús. Sin embargo, hay otra razón que condujo a Jesús a morir en la cruz. Como único hombre inocente, se ofreció a Dios para sufrir el castigo que nosotros merecíamos por nuestros pecados. Por su sacrificio, nosotros somos hechos justos ante Dios, y Dios puede perdonarnos (1 Pedro 3:18).

Ezequiel 40:24-49 – 1 Pedro 3 – Salmo 45:6-9 – Proverbios 13:24-25