La Buena Semilla: Miércoles 6 Abril
Miércoles
6
Abril
El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero el Señor mira el corazón.
1 Samuel 16:7
Porque nada hay encubierto, que no haya de descubrirse; ni oculto, que no haya de saberse.
Lucas 12:2
Detrás de la máscara

Un notario vivía en la opulencia desde hacía diez años… con el dinero de sus clientes. Una mañana los policías llegaron y lo esposaron. Aunque en esa pequeña ciudad era conocido como una persona honesta, había engañado a todo el mundo: a sus clientes, sus vecinos, sus amigos, quienes disfrutaban de su generosidad, ¡e incluso a su mujer e hijos! Era amable, elegante, e inspiraba confianza. Sin embargo, con su hermosa apariencia y su cuello blanco, había arruinado a muchas personas robándoles sus ahorros. Pero un día el fraude fue descubierto y el ladrón fue llevado a la cárcel.

La justicia de los hombres es incapaz de descubrir a todos los culpables, y a veces condena a gente inocente. Pero hay alguien a quien nunca se le puede engañar con una apariencia correcta y honesta: Dios. Sea cual sea la imagen que demos ante nuestros semejantes, Dios conoce al ser humano y no se hace ninguna ilusión respecto al hombre. Dios conoce los pensamientos y los corazones.

¿Y qué ve en usted y en mí? ¿Una buena opinión de nosotros mismos, nuestras faltas a la verdad, nuestra falta de compasión? ¿O el arrepentimiento y la fe?

No temamos esa mirada de Dios, al contrario, ¡busquémosla! Como el rey David, pidámosle continuamente: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón… y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Salmo 139:23-24).

Isaías 11-12 – 1 Tesalonicenses 1 – Salmo 40:1-5 – Proverbios 13:2-3