El Señor está cerca: Martes 9 Julio
Martes
9
Julio
A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios. Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre.
Hechos 1:3-4
Lo que Jesús hizo después de su resurrección

Después de su resurrección de entre los muertos, el Señor Jesús no volvió a caminar con sus discípulos como lo había hecho antes de ser crucificado. Aquellos que él escogió para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar, ahora son llamados “apóstoles” en el libro de los Hechos. Habían estado con él diariamente durante más de tres años, y ahora serían sus testigos en “Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch. 1:8).

En primer lugar, ellos darían testimonio de su resurrección. No había ninguna duda al respecto, pues habían sido testigos oculares. Ya sea individualmente, como María Magdalena o Pedro, o colectivamente, hubo muchos que lo vieron resucitado; incluso se les apareció resucitado a más de 500 hermanos a la vez. Pero siempre fue por periodos breves de tiempo, y luego se apartaba de ellos. Sin embargo, les prometió que estaría con ellos todos los días. Y esa promesa también se extiende a nosotros, que no lo hemos visto corporalmente, pues tendemos a perderlo de vista y no asirnos de esta promesa. Durante los 40 días que estuvo con los suyos después de su resurrección, el Señor habló con ellos “acerca del reino de Dios”. Este tema era de gran interés para los discípulos, aunque tenían poca comprensión al respecto. Hoy en día, por medio del Espíritu Santo que nos ha sido enviado por el Padre por petición del Hijo, nosotros somos enseñados por él. El Espíritu Santo nos ha sido dado para enseñarnos todas las cosas y para recordarnos todo lo que el Señor enseñó a los suyos. El Espíritu Santo inspiró a varios hombres para que completaran la Palabra de Dios, para que así podamos conocer lo que él no les reveló en los Evangelios.

Jesús también les ordenó a sus discípulos que se quedaran en Jerusalén hasta que recibieran el Espíritu Santo. ¡Entonces deberían ir y predicar el Evangelio hasta lo último de la tierra!

Eugene P. Vedder, Jr.