La Buena Semilla: Lunes 28 Abril
Lunes
28
Abril
Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón.
Salmo 69:32
Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 14:6
Realmente quería conocer a Dios
Testimonio

Crecí en Francia en una familia musulmana marcada por la violencia. Hallé consuelo observando la naturaleza, las hormigas, las mariposas. Vi una especie de principio de vida en ella, y creí en Dios. Él había creado todo, y yo quería conocerlo…

Cuando tenía 22 años, caminando sola por la playa, oré: «A ti, a quien no veo pero percibo a través de la naturaleza y la creación, me dirijo a ti. ¿Dónde estás? ¿Cómo te llamas? ¿Cómo puedo encontrarte? Creador mío, si he hecho algo malo, dímelo». De repente me vi obligada a mirar al suelo, y en la arena vi un pequeño libro rojo. ¿Era la respuesta a mi oración? Se trataba del evangelio de Juan. Lo abrí, y las primeras palabras que hallé fueron las de Jesús: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6). Todo mi ser clamó: «¡Es él, tu Creador!». Esa noche me puse de rodillas y pedí a Jesús que me hiciera nacer de nuevo, como le había dicho a Nicodemo (Juan 3). Un gozo desconocido me inundó… ¡Por fin estaba en paz! ¡Acababa de conocer a mi Creador!

Las familias musulmanas son muy sensibles al honor. Volverse cristiano a menudo es visto como una traición. Oré mucho, pero no podía ocultarlo más. Se lo conté a mi madre, y ella me dijo que me rechazaba como hija. Le afirmé que ella seguiría siendo mi madre, fuera cual fuera su decisión. Al final guardamos el contacto, ¡doy gracias a Dios por ello!

Waria

Jonás 1-2 – Marcos 4:1-20 – Salmo 49:16-20 – Proverbios 14:19-20