Cuando Jesús fue tentado por Satanás en el desierto, el diablo le citó la Palabra de Dios: “Escrito está”, pero la citó de forma incompleta y fuera de contexto para incitar a Jesús a desobedecer a Dios. Jesús le respondió: “Escrito está también”, y citó con exactitud un nuevo texto de la Palabra de Dios. Entonces Satanás se rindió y se fue.
Hoy Satanás también trata de turbar a los cristianos que leen la Biblia de forma incompleta o superficial. Así, por ejemplo, citando la Palabra de Cristo: “Bienaventurados los pobres en espíritu” (Mateo 5:3-11), algunos dicen que el evangelio conduce al oscurantismo.
Si no tenemos en cuenta el contexto, podemos sacar falsas conclusiones. Por esta razón algunos verdaderos cristianos se angustian pensando que pueden perder la salvación. Esto sucede porque interpretan mal los textos dirigidos a personas que no tienen la vida divina, pero que dicen ser cristianos (Hebreos 6:4-6).
Cristianos, ¡no nos dejemos confundir! Si un texto bíblico aislado parece contradecir la enseñanza clara de los demás textos, pongámoslo en su contexto y pidamos a Dios que nos ayude a entenderlo. ¡Él lo hará! La Palabra de Dios forma un conjunto de textos coherentes entre sí y verdaderos (Salmo 19:9). Apoyémonos en lo que está firmemente establecido. ¡El Dios de verdad no se contradice! Leamos la Biblia atentamente, y si Satanás intenta confundirnos por medio de un “escrito está”, sigamos el ejemplo de Jesús y respondamos como él: ¡“Escrito está también”!
Isaías 37 – Marcos 1:21-45 – Salmo 48:9-14 – Proverbios 14:13-14